El bosque exhaló su fresco aire
lleno de mariposas y hojas,
sus hormigas decidieron, nuevamente,
mudarse llevando en hombros
lo único realmente importante.. su futuro.
Una gota se purifica rebotando entre las hojas
para luego caer en tu espalda,
la neblina como fantasma descuidado
te atraviesa el alma y el cuerpo.
Un cienpies, sin importa si tiene o no vía,
se atraviesa en tu camino,
exigiendo su derechos.
El dulce olor a humus te hace desear descalzarte,
enterrar tus pies y crecer como un roble, fuerte y sabio.
Los pájaros discuten sus pormenores
esperando que la próxima lluvia
renueve sus ánimos y sus colores.
Ya el sol muestra lo último de su sonrisa,
el bosque agradecido lo despide con su sinfonía de insectos
y alguno que otro fiero animal.
Por eso me encanta la montaña! Es tan llena de vida!
ResponderEliminarSaludos
Gracias Heidy, igual saludos para vos
ResponderEliminarQue post más sabroso. Pasearse entre los encantos de la naturaleza son partes de las cosas que nos hacen sentir y decir: que hermoso es estar vivo. Por eso debemos cuidar lo que tenemos. Es tan bello. Buen post man, me recordó grandes momentos debajo de los arboles. Saludos. Un abrazo!
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