09 febrero 2011

Mi Pseudo-Viaje a España


Comí delicioso, conocí a mucha gente y vacilé bastante, lástima que no pude salir del aeropuerto.


La historia comienza como comienzan las mayorías de estos viajes, un amigo te dice: "hey por qué no te venís" y uno se pregunta "si por qué no?".
Después de hacer los preparativos y comprar los boletos, iba confiado en el avión porque era la segunda vez que iba a España y la vez pasada no tuve ningún problema, muy tonto de mi parte por cierto.
Desde que estaba haciendo fila en la ventanilla veo a la encargada peleando con su superior, cuando llega mi turno me pide los datos de mala forma y me hacen las preguntas de rigor, cuanto dinero trae? y para qué lugar va?, después de ojear mi pasaporte se detiene en una las páginas y me dice: "Por qué en el 2004 solo tiene sello de entrada a España y no salida?", obviamente yo no tenía idea y eso mismo le dije, inmediatamente llama a su superior (si el mismo con que se estaba peleando) y le cuenta lo del sello a lo que el superior le dice que me pase, ella insiste diciendo que no traigo carta de invitación el cual es un extraño requisito que uno debe llevar si va a quedarse en una casa y no en un hotel, el jefe de mala cara responde "Bueno, pues entonces mándalo a la sala" y ahí empezó mi "tragedia".

Me pasaron a una sala donde mi hicieron las mismas preguntas a las cuales respondí otra vez, después de chequear los datos del vuelo con la aerolínea me explican que no cumplo con dos requisitos para entrar a España y que entonces me llevarán a otra sala donde revisaran mi caso a ver si me devuelven a Costa Rica o me dejan pasar (lo segundo era mentira como descubriría después).

Para mi "suerte" llegué cerca de la hora de la siesta española (de 2 a 4 que rico verdad), por lo que me tuvieron esperando hasta que llegara el abogado con quién me iba a entrevistar.
La entrevista era una farsa, el abogado solo estaba presente mientras me tomaban una declaración de las mismas preguntas.
Una vez tomada la declaración la envían a inmigración para que tome la decisión (otra mentira porque la decisión ya estaba tomada según me contó el abogado después)

Los requisitos que no tenían eran:
1. no había justificado mi estadía o sea la vendita carta de invitación o las reservas las cuales mi amigo intentó por todos los medios hacermelas llegar.
2. no contaba con el dinero suficiente para la estadía , esto porque ellos establecen que uno debe llevar consigo 65.3 Euros por día que esté en Europa, entonces según ellos yo debería andar 975 Euros(ni loco, para dejarlos botados) o una tarjeta que los cubra, yo andaba 700 Euros, tarjeta de crédito y de débito internacional pero me dijeron que las tarjetas no me las iban a tomar en cuenta porque no traía un estado de cuenta donde se apreciara el disponible.

Yo muy confundido dije, no hay problema pido al banco que me mande un estado de cuenta y le pido a mi amigo que me reserve un hotel y listo( ayyy si la vida fuera tan fácil)

El abogado me explicó que ya no se podía porque ya inmigración había tomado la decisión que solo podíamos presentar una medida cautelar para parar la orden de retorno a CR, pero que nunca nadie lo hacía, yo muy valiente dije, pues yo lo hago(pésima idea).

La cuestión es que estuve dos días completos encerrado en un salón de "retenidos" tratando de arreglar el asunto y aquí empieza la aventura.

En las primeras 8 horas me di cuenta que era una causa perdida al ver como entraban y salían más y más personas con exactamente el mismo problema, era obvio que no iban hacer una excepción conmigo por mi linda cara.

Como mi filosofía en la vida siempre ha sido : mientras tenga vida y mi cepillo de dientes puedo ser feliz, me dedique a hablar con la gente que entraba y salía, comer y molestar a los policías diciéndoles que ellos me retenían porque sabían que yo le iba al Barcelona.

Después de 16 horas yo era el Morgan Freeman (sueños de fuga) de la sala de retenidos, era el contacto entre la gente y los policías sobre todos porque la mayoría de los retenidos eran Brasileños, varios senegaleses y uno que otro centroamericano.

A las 24 horas mi trabajo aumentó porque además ahora era traductor, psicólogo y abogado de oficio, cuando entraba alguien nuevo (generalmente llorando, enojado o ahuevado) yo me encargaba de calmarlo y explicarle que todos estábamos en lo mismo (consuelo de tontos pero efectivo), luego pasaba al proceso legal donde yo explicaba que iba a pasar con la entrevista con el abogado, a que hora le programaba el vuelo de regreso,etc.

El trabajo de traductor era más complicado, puesto que no sé portugués ni francés pero tenía más tiempo y paciencia que los guardas, gracias al idioma universal de las señas y gestos ridículos aprendí a comunicarme bastante bien, tanto que a veces algún guarda llegaba y me decía: "oye tío, entendeís lo que dicen estos?"

Otro trabajo esporádico era el de recepcionista: Hola..... no a ella ya la devolvieron a Brasil, hola ... aquí no hay ningún mexicano seguro debe de estar en la entrevista, si gusta le digo que usted lo llamó. Lo siento señor pero está gritando a la persona equivocada yo no trabajo en inmigración.

La comida era bastante buena y puntual 9am , 2pm, 9pm aunque no hubo forma que me trajeran el café sin leche (seguro Morgan Freeman si lo hubiera logrado) pero gracias a Dios había una máquina de café.

Al tercer día antes de venirme adiestré a un Salvadoreño que iba a estar dos días para que fuera mi susesor, porque uno no puede dejar un trabajo así no más.

No me quejo para nada, los españoles me trataban con respeto y profesionalismo (solo que indiferentes con respecto a mi caso), las instalaciones eran espaciosas, limpias, lindas y había una muchacha llamada Noelia de servicios sociales que siempre estaba atenta a lo que necesitáramos.


Y .. pues listo, ya estoy en mi casa otra vez con una historia que contar a mis nietos si alguna vez los llego a tener.