15 agosto 2009
Amelie, la realidad y sus secretos
Acabo de terminar de ver Ameli, es una de mis películas favoritas y como no serlo?, con esa excelente actuación, esos grandes y hermosos ojos negros, el alto contraste de sus colores y esa música de acordeón que siembra felicidad y nostalgia en los corazones.
Pero lo mejor de la película es el sentimiento que deja dentro del pecho, diciéndote: la cotidianidad está llena de sorpresas y explosiones de belleza.
Quién no ha metido la mano entre una bolsa de granos (aunque sea de arroz) después de ver esta película?
Con lo que más me identifiqué esta vez fue con el delicioso sabor que deja tener un secreto producto de una acción buena y desinteresada.
Y es que hay varios tipos de secretos :
De vergüenza : estos se convierten en carga y son producto de una acción que por más que la justifiquemos no podemos engañarnos.
De complicidad: Valiciosos tesoros que solo se comunican con miradas y sonrisas.
El secreto Amelie: es como un dulce que cargamos encima y de vez en cuando damos una probadita que nos causa placer, satisfacción y orgullo, pero que definitivamente no se puede compartir con otras personas porque perdería su sabor.
Además este último no solo es ducel sino que es medicinal, alivia bajas autoestimas, desiluciones y vacíos (hay que resetarle a muchos Emos).
Aprovecho para dar la receta para estos dúlces:
1. Primer paso, prestar a atención a una persona.
2. Descubrir que le gusta, que necesita, que ilumina su cara. El mejor material para estos "confites secreto" son aquellos anhelos que se disfrazan de estupideces, por ejemplo "me da cólera la gente que regala flores comunes como las rosas" traducido al lenguaje de los corazones (sin conotacion romantica) significa "me gustaría que me regalaran una flor muy diferente".
3. Hacer lo posible por cumplir ese deseo
4. (este es indispinsable) Hacerlo de forma que nunca sepa que fuiste vos
Nota: si es imposible que no sepa que fuiste vos por lo menos que parezca producto de una casualidad
5. Guardar el secreto lo mas que puedas y saborearlo en la soledad de vez en cuando
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Amélie, es y siempre será una de mis películas favoritas.
ResponderEliminarEs de esas que le recuerdan a uno que los pequeños detalles de la vida, le pueden dar a uno la felicidad y la fuerza que necesita uno día con día.
Saludos.
Amelie es una excelente película. Me encantó la primera vez que la ví, y me seguirá encantando todas las veces que las vea.
ResponderEliminar100% recomendada para el que no la haya visto. Es una joya!
Saludos,
En mi barrio, en la Parroquia teníamos un señor que en paz descanse, que acostumbraba en Navidad poner un árbol de ciprés con todos los adornos de rigor y con colillas de regalos con el nombre de un niño o niña y la edad. La idea es que uno cogiera una o dos colillas, comprara un regalo para un niño o niña de esa edad y lo ponía el 20 de diciembre. Don Antonio luego hacía una fiesta y entregaba los regalos a los infantes.
ResponderEliminarEl pequeño nunca sabía quien le hizo el regalo, uno nunca conocía al pequeño porque en la tarjeta solo iba el nombre de pila. Pero les juro que uno se sentía muy, pero muy bien habiendo llevado felicidad de incógnito.
Como todo, se murió don Antonio y se acabó la costumbre.
Comparto tan solo esta vivencia
Saludos
Amelie es de mis pelis favoritas.
ResponderEliminarEl mensaje es simple, no se necesitan grandes cosas para ser feliz, lo esencial esta lleno de pequeñas cositas.
Saludos
Excelente post.
ResponderEliminarAmelie es demasiado buena. Es de esas películas que uno no se cansa de verla.
Excelente las enseñanzas que posteaste
Saludos
Nunca la he visto, pero ya me dieron ganas de verla.
ResponderEliminarSalu2 de WOLVERINE.
una joya de película... :) de esas que lo dejan a uno sonriendo...
ResponderEliminarDe igual forma no me cansaría de ver a Amelie... cada vez que me siento con ganas de saborerar y sonreirle a la vida sin ningún motivo aparente, es que me recuerdo de la sensación de ver esta lindísima película.
ResponderEliminar:-)
Saludos!