Fuego

Pobre del herrero que pasa largas horas frente al fuego
pobre porque vive seducido por él, sin poder tocarlo

y es que el fuego es como una mujer hermosa
que seduce con su luz , sus curvas y su misterio
incluso se deja tocar, pero solo un segundo,
solo lo suficiente para saber que no es una ilusión
pero ay del que dure más de un segundo,
sentirá el látigo de Hades cortar su piel.

Solo el fuego se atreve a desafiar la inmensidad del mar
acaso vemos el mar cuando hay una fogata encendida?
No, el mar celoso espera la oportunidad de destruir aquella llama invasora.

El fuego es como las sirenas
su canto es infranqueable ,
sus exóticos bailes nos roban la realidad
y caemos hipnotizados por sus colores y movimientos
a veces pienso que si no nos amarramos al mástil de nuestra carne
el fuego nos robaría la razón.

imagenes tomadas de http://www.solophotoshop.com y http://www.almanaqueazul.org

Mátame que me estoy muriendo

Acabo de terminar de ver una película titulada "Recuerdos de un tonto", es una buena película, pero lo que me motivó a hacer este post es una de las escenas finales de la película , voy relatarla rápidamente para mostrales que me llamó la atención.

Llega el actor principal (Daniel Graig ... que suave se nos puso el 007) a dar las condolencias a una antigua novia(Claire Forlani .. vivo enomardo de ella aunque sea media vizca ) que se le murió el esposo, él le pregunta si puede hacer algo por ella , a lo cual ella contesta que no, más adelante ella le cuenta que lo que más le pesa es que no ha podido llorar , se siente inhumana.

Él regresa a su casa y le envía una carta que mas o menos dice "sacude tu cabeza y mueve tu trenza .. que me hace recordar" , esta frase es de una canción que marcó un momento importante en sus adolescencias e historias juntos.


Y aqui viene la escena que me gustó , cuando ella lee la carta durante 5 segundos su cara pasa por todos los sentimientos , alegría, nostalgia, amor , tristeza , desesperación y por último suelta un llanto desgarrador, que incluso pareciera que no puede mantenerse en pie.

El primer pensamiento que tuve al ver la escena fue como alguien puede ser tan cruel de hacerle eso, pero luego pensé... fue el mejor regalo que le pudo dar, hizo que se rompiera el dique y explotara el agua que la estaba ahogando.

Los sentimientos humanos son inexplicables, irónicos , juguetones como duendes malvados que nos torturan pero nos alimentan, cuando están dentro de nosotros no los podemos ver y en las demás personas los confundimos.

Como en el bosque un árbol tiene que morir para dar oportunidad a varios nuevos , así a veces un sentimiento tiene que morir para que los demás puedan continuar... (ojalá fuera tan fácil)

aquí les dejo la escena

La Soledad

Entro por una pequeña ventana a un lugar donde hay muchas personas sentadas comiendo, la gente lo llama foodcourt .
Hay tantas personas!, está la pareja de adolescentes que se sonrojan por todo, el grupo de colegiales con sus rituales de cortejo, las familias que no pueden controlar sus inquietos hijos, los trabajadores de los restaurantes comiendo alimentos de otras marcas, la flota de miscelaneos hormigas recogiendo regueros, los repartidores de papelitos que terminaran inevitablemente en la basura.

El murmullo se empieza a convertir en arenas movedizas devorando cualquier palabra o sonido intelegible, girando cada vez más rápido , más ruidoso, más deforme, me asusto no tanto por las arenas que me empiezan a tragar, sino, porque sé lo que hay en el fondo de ese abismo.

En el fondo está la caribdis de Odiseo, el leviatán, el gusano de Beetlejuice, el terrible monstruo que devora las almas y las esperanzas dejando a las personas tan transparentes como el fantasma de Canterville, torturados como el socio de Ebenezer Scrooge... ese ese monstruo es la soledad y nunca se está mas solo que dentro de una muchedumbre.

Apenas logro agarrarme de la mirada de una niña que sigue a su papa mientras este pelea por la comida favorita de su hijos, ella no escucha el murmullo, no ve la gente, no se hunde en sus pensamientos, ella está anclada a la simple esperanza de comer aquella comida chatarra que culpará y odiará cuando este grande pero que por ahora es toda una aventura.