Les presento a Don Jorge, él mes a mes toca mi puerta y ofrece cortarme el zacate del frente, después de tanto tiempo ahora nos saludamos como conocidos y él sabe que ya no me tiene que preguntar.
Reconozco que le tengo un profundo respeto y admiración.
Con su rostro de tierra seca y cortada,
camina deteniéndose solo para mirar.
El peso de Atlas lo ha hecho encorvarse
o tal vez su cuerpo se adecuó al trabajo
Él no extiende su mano más que para mover su machete
y con toda su fuerza golpea al planeta
Su Labor es meticulosa como todo artista
y con su pincel de hierro no deja detalle escapar.
Puede que tenga muchos años encima
pero todo los cubre bajo su sombrero
y no le importaría cargar algunos más
siempre y cuando haya espacio para su machete y su rastrillo.